sábado, 30 de enero de 2010

Encerrona Parroquial: con nuesto Obispo, con nuestro Párroco


Este año la Parroquia San Juan Bautista de Tibás, ha revisado su Plan de Acción en una encerrona: Taller de Revisión 2009 y Proyección 2010 (16 y 17 de enero), donde los servidores de los grupos y pastorales estuvimos reunidos por dos días, discerniendo la voz del Espíritu Santo, a la luz de las directrices arquidiocesanas de la Misión Continental Arquidiocesana.

"Nuestro lema arquidiocesano y parroquial, dice nuestro Párroco P. Roberto Salazar, debe ser el eje de todas las actividades de los grupos y pastorales; éstos se deben adaptar, no al revés".

LEMA 2010

"Compartir la experiencia, la felicidad y plenitud de Vida que brota del encuentro con Jesús"

¿Cómo vivir esto en la espiritualidad del AO?  En primer lugar, ORANDO.  

Cuando finalizamos nuestra consagración diaria y pedimos por el Papa y sus intenciones, oraremos por la intención mensual del Papa (disponible en el plegable o descargable en este blog), cuando pedimos por nuestro Obispo y sus intenciones, por nuestro Párroco y sus intenciones; oraremos para que los servidores parroquiales vivamos compartiendo la experiencia, la felicidad y plenitud de Vida que brota del encuentro cotidiano con Jesús en la Eucaristía, en su Sagrado Corazón.  Y así cumplir con el deseo de la Iglesia de América propuesta en Aparecida, de que seamos discípulos misioneros.

Para compartir un poquito de esta experiencia en nuestra Iglesia de Tibás, queremos compartir algunos de los momentos que vivimos a través de unas fotos.  

¡Que el Señor nos siga bendiciendo y trayendo manos para trabajar a su viña!

Convocados por Jesucristo en nuestro Párroco para evaluar                                                          

miércoles, 20 de enero de 2010

Unidad de los cristianos 2010



Durante este mes de enero hemos estado orando por la intención misionera del Papa:

Para que todos los creyentes en Cristo tomen conciencia de que la unidad entre todos los cristianos constituye una codición para her más eficaz el anuncio del Evangelio.

Sin embargo, existe una semana especial durante el mes de enero en la que el mundo cristiano ora con Jesús "para que todos sean uno" y la Iglesia nos propone especialmente que doblemos nuestras rodillas para que se cumpla este deseo ardiente de nuestro Señor.

¿Qué es la Semana de oración por la Unidad de los Cristianos?

Tradicionalmente, la Semana de oración por la unidad de los cristianos se celebra del 18 al 25 de enero. Estas fechas fueron propuestas en 1908 por Paul Watson para cubrir el periodo entre la fiesta de san Pedro y la de san Pablo.

Son unos días de súplica a la Santísima Trinidad pidiendo el pleno cumplimiento de las palabras del Señor en la Última Cena: “Padre Santo, guarda en tu nombre a aquellos que me has dado, para que sean uno como nosotros” (Juan 17,11). La oración de Cristo alcanza también a quienes nunca se han contado entre sus seguidores. Dice Jesús: Tengo otras ovejas que no son de este redil, a ésas también es necesario que las traiga, y oirán mi voz y formarán un solo rebaño con un solo pastor (Juan 10, 16).

Rebeca Reynaud | Fuente: Catholic.net

Tema 2010

“Vosotros sois testigos de todas estas cosas” (Lc 24,48)

Texto bíblico para meditar


Lc 24

El primer día de la semana, al amanecer, las mujeres fueron al sepulcro con los perfumes que habían preparado. Al llegar, se encontraron con que la piedra que cerraba el sepulcro había sido removida. Entraron, pero no encontraron el cuerpo de Jesús, el Señor. Estaban aún desconcertadas ante el caso, cuando se les presentaron dos hombres vestidos con ropas resplandecientes que, al ver cómo las mujeres se postraban rostro en tierra llenas de miedo, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? No está aquí; ha resucitado. Recordad que él os habló de esto cuando aún estaba en Galilea. Ya os dijo entonces que el Hijo del hombre tenía que ser entregado en manos de pecadores y que iban a crucificarlo, pero que resucitaría al tercer día.

Ellas recordaron, en efecto, las palabras de Jesús y, regresando del sepulcro, llevaron la noticia a los Once y a todos los demás. Así pues, fueron María Magdalena, Juana, María la madre de Santiago, y las otras que estaban con ellas, quienes comunicaron a los apóstoles lo que había pasado. Pero a los apóstoles les pareció todo esto una locura y no las creyeron.

Pedro, sin embargo, se decidió, y echó a correr hacia el sepulcro. Al inclinarse a mirar, sólo vio los lienzos; así que regresó a casa lleno de asombro por lo que había sucedido.

Ese mismo día, dos de los discípulos se dirigían a una aldea llamada Emaús, distante unos once kilómetros de Jerusalén. Mientras iban hablando de los recientes acontecimientos, conversando y discutiendo entre ellos, Jesús mismo se les acercó y se puso a caminar a su lado. Pero tenían los ojos tan ofuscados, que no lo reconocieron. Entonces Jesús les preguntó: ¿Qué es eso que discutís mientras vais de camino? Se detuvieron con el semblante ensombrecido, y uno de ellos, llamado Cleofás, le contestó: Seguramente tú eres el único en toda Jerusalén que no se ha enterado de lo que ha pasado allí estos días. Él preguntó: ¿Pues qué ha pasado? Le dijeron: Lo de Jesús de Nazaret, que era un profeta poderoso en hechos y palabras delante de Dios y de todo el pueblo. Los jefes de nuestros sacerdotes y nuestras autoridades lo entregaron para que lo condenaran a muerte y lo crucificaran. Nosotros teníamos la esperanza de que él iba a ser el libertador de Israel, pero ya han pasado tres días desde que sucedió todo esto. Verdad es que algunas mujeres de nuestro grupo nos han desconcertado, pues fueron de madrugada al sepulcro y, al no encontrar su cuerpo, volvieron diciendo que también se les habían aparecido unos ángeles y les habían dicho que él está vivo. Algunos de los nuestros acudieron después al sepulcro y lo encontraron todo tal y como las mujeres habían dicho. Pero a él no lo vieron.

Jesús, entonces, les dijo: ¡Qué lentos sois para comprender y cuánto os cuesta creer lo dicho por los profetas! ¿No tenía que sufrir el Mesías todo esto antes de ser glorificado? Y, empezando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó cada uno de los pasajes de las Escrituras que se referían a él mismo. Cuando llegaron a la aldea adonde se dirigían, Jesús hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos le dijeron, insistiendo mucho: Quédate con nosotros, porque atardece ya y la noche se echa encima. Él entró y se quedó con ellos. Luego, cuando se sentaron juntos a la mesa, Jesús tomó el pan, dio gracias a Dios, lo partió y se lo dio. En aquel momento se les abrieron los ojos y lo reconocieron; pero él desapareció de su vista.

Entonces se dijeron el uno al otro: ¿No nos ardía ya el corazón cuando conversábamos con él por el camino y nos explicaba las Escrituras? En el mismo instante emprendieron el camino de regreso a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once y a todos los demás, que les dijeron: Es cierto que el Señor ha resucitado y que se ha aparecido a Simón. Ellos, por su parte, contaron también lo que les había sucedido en el camino y cómo habían reconocido a Jesús cuando partía el pan.

Todavía estaban hablando de estas cosas, cuando Jesús se puso en medio de ellos y les dijo: ¡La paz sea con vosotros! Sorprendidos y muy asustados, creían estar viendo un fantasma. Pero Jesús les dijo: ¿Por qué os asustáis y por qué dudáis tanto en vuestro interior? Mirad mis manos y mis pies: soy yo mismo. Tocadme y miradme. Los fantasmas no tienen carne ni huesos, como veis que yo tengo.

Al decir esto, les mostró las manos y los pies. Pero, aunque estaban llenos de alegría, no se lo acababan de creer a causa del asombro. Así que Jesús les preguntó: ¿Tenéis aquí algo que comer? Le ofrecieron un trozo de pescado asado, que él tomó y comió en presencia de todos. Luego les dijo: Cuando aún estaba con vosotros, ya os advertí que tenía que cumplirse todo lo que está escrito acerca de mí en la ley de Moisés, en los libros de los profetas y en los salmos.

Entonces abrió su mente para que comprendieran el sentido de las Escrituras. Y añadió: Estaba escrito que el Mesías tenía que morir y que resucitaría al tercer día; y también que en su nombre se ha de proclamar a todas las naciones, comenzando desde Jerusalén, un mensaje de conversión y de perdón de los pecados. Vosotros sois testigos de todas estas cosas. Mirad, yo voy a enviaros el don prometido por mi Padre. Quedaos aquí, en Jerusalén, hasta que recibáis la fuerza que viene de Dios.

Más tarde, Jesús los llevó fuera de la ciudad, hasta las cercanías de Betania. Allí, levantando las manos, los bendijo. Y, mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo. Ellos, después de adorarlo, regresaron a Jerusalén llenos de alegría. Y estaban constantemente en el Templo bendiciendo a Dios.

(BTI, Biblia Traducción Interconfesional)

Reflexión

Misión y unidad

De suyo no todos asocian el planteamiento misionero y la preocupación de la unidad de los cristianos. ¿Y con todo no van juntos el compromiso misionero de la Iglesia y su compromiso ecuménico? Por nuestro bautismo, ya formamos un único cuerpo y estamos llamados a vivir en comunión. Dios nos ha hecho hermanos y hermanas en Jesucristo. ¿No es éste el testimonio fundamental que debemos presentar?

Históricamente, la cuestión de la unidad de los cristianos se ha planteado a los misioneros por razones prácticas. Se trataba simplemente de evitar una competencia inútil, mientras que las necesidades humanas y materiales eran inmensas. Se distribuían entonces los territorios a evangelizar. A veces se pretendía superar asuntos yuxtapuestos o paralelos para favorecer algunas obras comunes. Los misioneros de diferentes Iglesias podían, por ejemplo, combinar sus esfuerzos para realizar nuevas traducciones de la Biblia y esta cooperación al servicio de la Palabra de Dios no podía suscitar una reflexión sobre la división de los cristianos.

Sin negar las rivalidades entre misioneros enviados por diferentes Iglesias, hay que reconocer que los que estuvieron en la avanzadilla de la misión fueron quizá los primeros en tomar conciencia de la tragedia que representaba la división de los cristianos. Si en Europa eran habituales las separaciones eclesiales, el escándalo de la desunión aparecía de manera obvia a los misioneros encargados de anunciar el evangelio en poblaciones que no conocían nada de Cristo. Ciertas rupturas eclesiales que habían señalado la historia del cristianismo no estaban sin fundamento teológico. Pero también se caracterizaban por el contexto (histórico, político, intelectual…) que las habían hecho nacer. Por lo tanto, ¿podía permitirse exportar estas divisiones a los pueblos que desconocen a Cristo?

En la frescura de los comienzos, las nuevas Iglesias locales no podían ser tachadas por el desfase entre el mensaje de amor que querían vivir, y la separación efectiva de los discípulos de Cristo. ¿Cómo hacer comprender la reconciliación ofrecida en Jesucristo si los mismos bautizados podían ignorarse o combatirse? ¿Cómo los grupos cristianos que viven en la hostilidad mutua pueden -de manera creíble- predicar a un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo?

Tomado de: Materiales para la SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS y para el resto del año 2010 (http://www.vatican.va)

viernes, 8 de enero de 2010

Vaticano presenta intenciones del Papa Benedicto para 2011

Nos encontramos hoy con esta sorpresa de la Providencia, así que lo compartimos!

VATICANO, 08 Ene. 10 / 01:10 pm (ACI)

L’Osservatore Romano presentó en su edición de hoy las intenciones del Apostolado de Oración del Papa Benedicto XVI para el año 2011, anticipándose así un año. Las intenciones para el próximo año son, entonces, las siguientes:

Enero

Intención General: Para que las riqueza de la creación sean preservadas, valorizadas y puestas a disposición de todas, como don precioso de Dios a los hombres.

Intención Misionera: Para que los cristianos puedan alcanzar la plena unidad, testimoniando a todo el género humano la paternidad universal de Dios.

Febrero

Intención General: Para que la familia sea respetada por todos en su identidad y sea reconocida su insustituible contribución a favor de la sociedad entera.

Intención Misionera: Para que en los territorios de misión donde es más urgente la lucha contra las enfermedades, las comunidades cristianas sepan testimoniar la presencia de Cristo a quienes sufren.

Marzo

Intención General: Para que las naciones de América Latina puedan caminar en la fidelidad al Evangelio y sean pródigas en la justicia social y la paz

Intención Misionera: Para que el Espíritu Santo dé luz y fuerza a las comunidades cristianas y a los fieles perseguidos o discriminados a causa del Evangelio en tantas regiones del mundo.

Abril

Intención General: Para que la Iglesia sepa ofrecer a las nuevas generaciones, a través del anuncio creíble del Evangelio, razones siempre nuevas de vida y esperanza.

Intención Misionera: Para que los misioneros, con la proclamación del Evangelio y el testimonio de vida sepan llevar a Cristo a cuantos todavía no lo conocen.

Mayo

Intención General: Para que cuantos operan en los medios de comunicación respeten siempre la verdad, la solidaridad y la dignidad de toda persona

Intención Misionera: Para que el Señor done a la Iglesia en China la capacidad de perseverar en la fidelidad al Evangelio y crecer en la unidad.

Junio

Intención General: Para que los sacerdotes, unidos al Corazón de Cristo, sean siempre verdaderos testimonios del amor cuidadoso y misericordioso de Dios.

Intención Misionera: Para que el Espíritu Santo haga surgir de nuestras comunidades numerosas vocaciones misioneras, dispuestas a consagrarse plenamente a la difusión del Reino de Dios.

Julio

Intención General: Para que los cristianos contribuyan a aliviar, especialmente en los países más pobres, el sufrimiento material y espiritual de los enfermos de SIDA.

Intención Misionera: Por los religiosos que operan en territorios de misión, para que sean testimonios de la alegría del Evangelio y signo viviente del amor de Cristo.

Agosto

Intención General: Para que la Jornada Mundial de la Juventud que se desarrolla en Madrid aliente a todos los jóvenes del mundo a enraizar y fundar sus vidas en Cristo.

Intención Misionera: Para que los cristianos de Occidente, dóciles a la acción del Espíritu Santo, reencuentren la frescura y el entusiasmo de su fe.

Septiembre

Intención General: Por todos los maestros, para que sepan transmitir el amor a la verdad y educar en los auténticos valores morales y espirituales.

Intención Misionera: Para que las comunidades cristianas esparcidas en el continente asiático proclamen el Evangelio con fervor, testimoniando la belleza con la alegría de la fe.

Octubre

Intención General: Por los enfermos terminales, para que en sus sufrimientos sean sostenidos por la fe en Dios y por el amor de los hermanos.

Intención Misionera: Para que la celebración de la Jornada Misionera Mundial acreciente en el Pueblo de Dios la pasión por la evangelización y el apoyo a la actividad misionera con la oración y la ayuda económica a las Iglesias más pobres.

Noviembre

Intención General: Por las Iglesias orientales, para que su venerable tradición sea conocida y estimada como riqueza espiritual para toda la Iglesia

Intención Misionera: Para que el continente africano encuentre en Cristo la fuerza para realizar el camino de reconciliación y justicia, indicado en el segundo Sínodo de los Obispos para África.

Diciembre

Intención General: Para que todos los pueblos de la tierra, a través del conocimiento y el respeto recíproco, crezcan en la concordia y la paz.

Intención Misionera: Para que los niños y jóvenes sean mensajeros del Evangelio y para que su dignidad sea siempre respetada y preservada de toda violencia y explotación.

jueves, 7 de enero de 2010

Intenciones de S.S. Benedicto XVI para 2010

Queremos iniciar este año poniendo a disposición de todos las intenciones que el Santo Padre nos invita a meditar y orar durante todo el año. Ya que como lo expresaba el Siervo de Dios Juan Pablo II, en el discurso a los Secretarios Nacionales de A.O. el 13 de abril de 1985, nos sentimos:

"vinculados de modo particular al Vicario de Cristo, y por eso rezáis por él todos los días, como lo hacía la Iglesia Madre de Jerusalén por Pedro (Hch 12,4) y deseáis profundizar y dar a conocer a los miembros de la Asociación los problemas concretos que preocupan a la Iglesia universal, en particular los que se refieren a las Misiones, a fin de convertirlos en objeto de una oración consiente y responsable".

Que San Francisco Javier, Santa Margarita María y la Santísima Virgen María ¡intercedan por nosotros en este 2010!

Intenciones del Santo Padre para el 2010

Intentions 2010 ES